Será porque me pase una temporada entera sin ellos o porque debido a su ubicación, desde mi sitio en mitad de la tribunona tengo que dejar de ver el partido para atenderlos, siempre me resultaron un poco indiferentes los marcadores.
Por eso mi sorpresa fue grande cuando la resolución del expediente x en que se había convertido todo este asunto fue punto de reunión de políticos locales, jerifaltes de la caja de ahorros y sobre todo plana mayor sportinguista con el jeque marbellí a la cabeza.
Hay que recordar que el Sr. Fernández tuvo varias dolencias cardiacas que le impiden acudir al Molinón justo desde la época en que se consumó el oprobioso descenso y salió a la luz el no menos oprobioso video llamado de la vergüenza entre los sportinguistas. Para el que no lo recuerde: coincidió en el tiempo con el repentino llenado de la agencia de Tini Areces y su también ausencia prolongada del Templo gijones.
El Sr. Areces tardó en venir pero después del ascenso y la aparente calma que reina en los ambientes sportinguistas desde entonces ya tuvo ocasión de descargar la agenda de sus múltiples compromisos y acudir al campo de futbol como solía hacer antes de los años del descalabro y ahora parece ser que el máximo accionista por la gracia de Areces quiere hacer lo mismo.
Se planteará volver si “el ambiente no está muy cargado” declaraba recientemente.
La verdad es que a mí se me carga el ambiente solo con pensar en lo que se hizo con el Sporting desde que Fernández es su dueño pero o mucho me equivoco o a poco que la pelota ruede favorable este año veremos al jeque en el palco recién remodelado ante la indiferencia y/o la resignación del sportinguismo. Porque en Gijón somos como la sidra del Gaiteru, descorchamos con mucha fuerza pero al poco que pase el tiempo perdemos todo el gas.
De momento, la pelota, ya está rodando como solía, hemos empatado con el Barakaldo rompiendo así la posibilidad de cumplir mi profecía de mejorar los resultados de la pretemporada y luego ganar la copa del Rey, pero de cara a la salvación las cosas marchan bien: mucho trabajo durante la semana y partidos sosos entre medias, como debe ser.
Feliz semana y hasta la próxima.
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