CHARLAS CON EVERIO

Rincón 18 de octubre de 2010

Ayer asistimos en el Molinón a un paso mas en la escalada del acoso a Manolo Preciado con la aparición en la parte alta del fondo norte de una ya famosa pancarta con el lema: Preciado vete ya, curiosamente el mismo título del vergonzante hilo de nuestro foro.

La mencionada pancarta duró unos minutos de exhibición. Supongo yo porque visto el fulgurante inicio de partido por parte del equipo del entrenador que sobra , al autor de la efímera obra se le haya caído al suelo, junto a la cara, de vergüenza o quizás porque alguien con mas sentido común le haya “invitado” a quitarla.

Sea como fuere la exhibición pública de ese deseo, afortunadamente muy minoritario entre la afición sportinguista, ha llenado de estupor al futbol español que no se explican como con la trayectoria profesional de este entrenador, con lo conseguido en Gijón y con la historia reciente de este club alguien pueda poner en duda la capacidad del profesional y menos aun desear que deje el cargo.

Incluso ayer los contados aficionados, con los que tengo el disgusto de compartir grada, que aprovechan cualquier revés en el juego para recriminar a “Manolin” e incluso para insultarlo de forma grave mantuvieron un respetuoso silencio y aunque desde luego no corearon los canticos del fondo joven (enormes ayer dando su apoyo al entrenador) no dieron rienda suelta tampoco a sus malos modos.

A propósito, alguien debería alguna vez explicar porque ese “Manolin” en sentido peyorativo, en Asturias el diminutivo lo usamos en infinidad de ocasiones y no precisamente para vejar al objeto de él.

Estamos ante un año que puede suponer nuestra consolidación en primera y la posibilidad de ir poco a poco escalando posiciones en la tabla a final de temporada pero para ello necesitamos la unión de todos los sectores del sportinguismo y por encima de todo la unidad de afición y equipo.

Se puede criticar todo lo que se quiera pero pancartas como la de ayer no son una crítica constructiva si no el derribo mas radical. Ese no es el camino de unidad que se necesita.

En estos últimos años nos distinguía de las demás aficiones que apoyábamos en los momentos buenos y nos volcábamos en los malos poniendo la grada lo que en ese instante necesitaba el equipo. El próximo domingo todo serán halagos si se puntúa en Getafe pero sería en caso de derrota cuando más se necesitase nuestro aliento.

Yo creo que nos vamos a traer los tres puntos.

Feliz semana y hasta la próxima.